Calor al volante: por qué sube el riesgo y qué recomiendan para prevenirlo

Con la llegada del verano, el calor no solo incomoda: también puede alterar de manera significativa las condiciones de conducción. Según un mensaje difundido en redes sociales por la Agencia Nacional de Seguridad Vial, las altas temperaturas pueden reducir los reflejos, incrementar la fatiga y extender el tiempo de reacción al volante, una combinación que eleva el riesgo en la ruta y en la ciudad.

El planteo apunta a un aspecto poco visible de la seguridad vial: el estado físico y mental del conductor frente a escenarios climáticos exigentes. De acuerdo con la publicación, cuando el cuerpo se expone a temperaturas elevadas aparece el cansancio con mayor rapidez y la capacidad de responder ante imprevistos se ve afectada. En ese contexto, la advertencia es clara: no se trata de una simple percepción, sino de un factor de riesgo concreto al manejar.

La recomendación principal es anticiparse. Según el mismo mensaje, hidratarse de forma adecuada es uno de los puntos centrales durante los días de calor intenso. También se sugiere ventilar el vehículo para evitar que el ambiente dentro del habitáculo agrave el agotamiento, especialmente en traslados largos o en horarios de mayor temperatura.

Otro punto que remarca la publicación es la alimentación previa al viaje. En particular, se aconseja evitar comidas pesadas antes de conducir, ya que pueden aumentar la sensación de somnolencia y contribuir a la fatiga. La idea general es sostener una conducción más segura a partir de hábitos simples que ayuden a mantener la atención y la energía.

Además, el mensaje plantea que planificar pausas de descanso es parte de la estrategia preventiva. Cuando el cuerpo empieza a dar señales de cansancio, detenerse en un lugar seguro puede ser determinante para reducir riesgos. La recomendación no se limita a “descansar si es posible”, sino a incorporar las paradas como un componente planificado del viaje, en especial durante el verano.

El texto cierra con una definición que resume el enfoque: “La seguridad vial también depende de cómo respondemos al calor y al cansancio”. La frase, incluida en la publicación, busca instalar la idea de que manejar seguro no depende únicamente del estado del vehículo o del cumplimiento de normas, sino también de decisiones concretas vinculadas al bienestar del conductor.

En este caso, no se detalló quién emitió el mensaje ni el organismo que lo difundió, por lo que no se informó si forma parte de una campaña oficial. Tampoco se precisaron cifras, estadísticas o un lugar específico al que refiera el aviso. Sin embargo, el contenido apunta a reforzar conductas preventivas que pueden aplicarse en cualquier trayecto durante días de altas temperaturas.

De cara a las próximas semanas de calor, el mensaje propone un esquema claro: prepararse antes de salir, escuchar las señales del cuerpo y adaptar el plan de viaje a las condiciones climáticas. En verano, la atención no solo debe estar en el camino: también en el impacto del calor sobre quien conduce.